Si hablamos de cervezas negras, es imposible no pensar en Guinness. Con más de 260 años de historia, esta stout irlandesa ha conquistado paladares en todo el mundo con su color oscuro, su espuma cremosa y su sabor profundo.
Tabla de contenidos
¿Qué la hace tan especial?
- No es negra del todo. Aunque todos la llamamos cerveza negra, en realidad tiene un tono rojo rubí cuando la miras a contraluz.
- Su textura es única. La mezcla de nitrógeno y dióxido de carbono le da esa espuma densa y cremosa que la diferencia de otras cervezas.
- No es tan fuerte como parece. Con solo un 4.2% – 4.3% de alcohol, es más ligera de lo que muchos creen, incluso tiene menos calorías que varias cervezas lager.
- Se sirve con su propio ritual. Para que quede perfecta, hay que verterla en dos tiempos, inclinando el vaso a 45°, dejándola reposar y luego completando el servicio.
Mitos y verdades sobre Guinness
- ❌ «Es una cerveza pesada» → Falso. Su textura puede ser cremosa, pero es bastante fácil de tomar.
- ✅ «Sabe mejor en Irlanda» → Verdadero. Aunque la calidad es la misma en todas partes, los expertos dicen que en Dublín la frescura y la forma de servirla hacen la diferencia.
Una cerveza con historia
Guinness nació en 1759, cuando Arthur Guinness firmó un contrato de arrendamiento por 9,000 años en la cervecería St. James’s Gate, en Dublín. Desde entonces, no solo se ha convertido en un símbolo de Irlanda, sino en una de las cervezas más queridas del mundo.
Así que la próxima vez que pidas una Guinness en My Bar, recuerda que estás disfrutando más que una cerveza: es un trago de historia, tradición y carácter. ¡Sláinte! 🍻
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